Durante la guerra en Korea, un hombre fue gravemente
herido en un campo de batalla en Heartbreak Ridge. Sus
amigos estaban cubiertos en una cueva de zorros como a
10 metros del lugar cuando este fue herido en una
emboscada.
Mientras el fuego continuaba, los otros hombres
discutian entre ellos que hacer. Pero como el fuego
era intenso era díficil seguir arrastrandose y traer a
su compañero herido, pues eso significaria la misma
muerte.
Por un rato nadie se movia. Los hombres que estaban en
la cueva podian escuchar a su compañero herido clamar
por ayuda. Entonces uno de los hombres que estaba en
la cueva empezó a mirar el reloj. No podia quitar la
vista del mismo. Todos los demas lo notaron y
empezaron a preguntarle cosas, pero el soldado no
dejaba de mirar el reloj y permanecer en silencio.
De repente, el hombre del reloj saltó de la cueva y se
arrastró hasta donde estaba su compañero herido. Lo
tomó por la solapa del uniforme, y de una manera lenta
empezó a regresar a la cueva, todo mientras el ataque
era intenso a su alrededor.
Sorprendentemente ambos lograron llegar a la cueva del
zorro sin ser heridos por bala alguna. Luego que el
fuego cesara, le preguntaron al héroe que salvó a su
compañro ¿porque había esperado tanto tiempo para
rescatar a su amigo? A lo cual el reespondió: "Mi
madre me dijo que a la misma hora exactamente, todos
los días, ella estaria orando por mi. Y de acuerdo a
mi reloj, dejé la cueva exactamente cuando ella empezó
a orar.
Dice la palabra que el justo por su fe vivira
Gracias Blanca Lilia Avila por este bello mensaje.
viernes, marzo 24, 2006
Un milagro de guerra
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