martes, diciembre 20, 2005

El Mantel

Una linda historia que confirma que las casualidadesno existen. El nuevo Sacerdote, recién asignado a su primerministerio para reabrir una iglesia en los suburbios de Brooklyn, NewYork, llegó a comienzo de octubre entusiasmado consus primeras oportunidades.
Cuando vio la iglesia seencontró con que estaba en pésimas condiciones yrequería de mucho trabajo de reparación. Se fijó lameta de tener todo listo a tiempo para oficiar suprimer servicio en la Nochebuena. Trabajó arduamente, reparando los bancos, empañetando las paredes,pintando, etc., y para el 18 de diciembre ya habíancasi concluido con los trabajos, adelantándose a la meta trazada.
El 19 de diciembrecayo una terrible tempestad que azotó el área por dosdías completos. El día 21 el sacerdote fue a ver laiglesia.Su corazón se contrajo Cuando vio que el agua se habíafiltrado a través del techo, causando que un área considerabledel pañote, de unos 20 pies por 8 pies cayo de lapared frontal del santuario, exactamente detrás del pulpito, dejando un Hueco que empezaba como a laaltura de la cabeza.
El sacerdote limpio el Desastre en el piso, y nosabiendo que mas hacer sino posponer el Servicio de Nochebuena, saliópara su casa.En el camino noto que una tienda local estaba llevandoa cabo una venta Del tipo "mercado de pulgas", con finescaritativos, y decidió entrar.Uno de los artículos era un hermoso mantel hecho amano, color hueso, con un trabajo exquisito deaplicaciones, bellos colores y una cruz bordada en elcentro.
Era justamente el tamaño adecuado para cubrirel hueco en la pared frontal Lo compró y volvió atráscamino a la iglesia. Ya para ese entonces habíacomenzado a nevar. Una mujer mayor iba corriendo desdela dirección opuesta tratando de alcanzar el autobús,pero finalmente lo perdió. El Sacerdote la invito a esperar en la iglesia dondehabía calefacción por el próximo autobús que tardaría 45minutos mas en llegar la señora se sentó en el bancosin prestar atención al sacerdote mientras estebuscaba una escalera, ganchos, etc., para colocar elmantel como Tapiz en la pared. El sacerdote apenas podía creer lo hermoso que luciay Como cubría todo el área de problema. Entonces él miro a la mujerque venia caminando hacia abajo, desde el pasillo delcentro. Su cara estaba blanca como una hoja de papel"Padre,¿donde consiguió usted ese mantel?" El padre leexplico.
La mujer le pidió revisar la esquina inferior derechapara ver si las iniciales EBG aparecían bordadas allí. Si, estaban..Estas eran las iniciales de la mujer y ella había hecho ese mantel35 anos atrás en Austria. La mujer apenas podía creerlo cuando elpastor le contó como acababa obtener el mantel. La mujer le explico que antes de la guerra ella y suesposo tenían una posición económica holgada en Austria. Cuando losNazis llegaron, la forzaron a irse. Su esposo debíaseguirla la semana siguiente.
Ella fue capturada,enviada a prisión y nunca volvió a ver a su esposo nisu casa. El sacerdote la llevo en el carro hasta su casa yofreció regalarle el mantel, pero ella lo rechazo diciéndole que era lomenos que podía hacer. Se sentía muy agradecida pues vivía al otro lado deStaten Island y solamente estaba en Brooklyn por el día para untrabajo de limpieza de casa. Que maravilloso fue el servicio de la Nochebuena! Laiglesia estaba casi llena. La música y el espíritu que reinaban eranincreíbles.
Al final del servicio, el sacerdote despidió a todos en lapuerta y muchos expresaron que volverían.> Un hombre mayor, que el reconoció del vecindario,seguía sentado en uno de los bancos mirando hacia elfrente, y el padre se preguntabapor que no se iba. El hombre le pregunto donde habíaobtenido ese mantel que estaba en la pared del frente, porque eraidéntico al que su esposa había hecho años atrás enAustria antes de la guerra y como podían haber dosmanteles tan idénticos?
El le relato al padre comollegaron los Nazis y como el forzó a su esposa a irse,para la seguridad de ella, y como el estaba supuesto aseguirla, pero había sido arrestado y enviado aprisión. Nunca volvió a ver a su esposa ni su hogar en todosaquellos 35 años. El sacerdote le pregunto si le permitiría llevarlocon el a dar una vuelta. Se dirigieron en el carro hacia Staten Island, hastala misma casa donde el padre había llevado la mujer tres días atrás.
El ayudo al hombre a Subir los tres pisos de escaleraque conducían al apartamento de la mujer, toco en la puerta ypresencio la mas bella reunión de Navidad que pudohaber imaginado. Una historia real - ofrecida por el Padre Rob Reid. Romanos 8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosasles ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito sonllamados.Gracias aMariela Amador
Anabella Macario

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